Una guardia civil dura y directa en un entorno conflictivo de inmigración; una psiquiatra atrapada por una antigua pasión reprimida. Son dos personajes muy diferentes de dos películas también muy distintas que comparten actriz para interpretarlos. Anna Alarcón (Barcelona, 1979) ha repetido en el Festival de Málaga, estuvo en las pantallas de la sección Zonazine con L’Ofrena de Ventura Durall, y el jueves en la sección oficial con una de las cintas más esperadas de esta edición, A este lado del mundo, de David Trueba.
¿Qué quiere contar ese retrato de la inmigración que es ‘A este lado del mundo’?
Cuando David me propuso hacer ese personaje, lo leí y me pareció brutal, porque él parte de una anécdota muy pequeñita: un ingeniero, interpretado por Vito Sanz, que lo mandan a Melilla para hacer un encargo. Y a partir de ahí, sin que suceda mucho más y con los personajes que vamos apareciendo, hace que toda esta historia sea caleidoscópica y podamos profundizar en este tema, que es tan heavy y que no hay solución ahora mismo, desde muchos puntos de vista. Y eso es muy brillante. Para mí lo que David quiere decir es que estamos jodidos en este ámbito. No nos muestra ninguna solución, pero si te pone un espejo delante. Saber que todo esto existe y pensar dónde te colocas tú.
¿Es una visión pesimista?
Realista.
¿No es lo mismo en este caso?
Pesimista me cuesta decirlo. Sí es realista, Te deja un regusto agrio porque la realidad es muy dura. Hasta que no se deconstruya todo este sistema capitalista, hasta que los ricos no estén dispuestos a soltar su privilegio, y la gente no queremos soltarlos o ellos no quieren, va a haber estas diferencias. Es algo muy obvio, lo que sí es cierto es que cuando estuve ahí en carne viva a mí se me petó el cerebro y el alma porque es bestia, muy bestia. Y es cierto que delante de las pantallas y la televisión tenemos una piel muy gruesa, pero eso está pasando aquí mismo. Lo vemos y como si no pasara nada, me voy a comprar a mi Zara o a mi Corte Inglés y no me importa.
Anna Alarcón, en la interpretación de Nagore en ‘A este lado del mundo’.
¿Qué papel juega la ciudad de Melilla en la película?
Es una ciudad muy desconocida. No solo es la valla en sí, también es una ciudad hermosa, muy bella, con contrastes impresionantes y mucha riqueza cultural. La ciudad es como el hilo conductor de toda la trama.
Como se dice en la película, es una ciudad europea en África
Exacto, es una frase que dice Nagore, mi personaje, que hasta la podríamos meditar. ¿Eso qué significa? Imagina todo lo que reside en una ciudad europea en África
¿Cómo se mete en el papel de una guardia civil en medio de este drama?
Lo que dice Nagore nunca diría lo Anna. Es un personaje muy trash con las ideas muy claras. David ha sido muy brillante en el guion y el personaje esconde cosas, Aunque su discurso es ‘cada uno a su casa y cierra la puerta con llave’, luego hay matices.
¿En L’Ofrena hay un cambio total de registro?
No tiene nada que ver. Ha sido una suerte para mí poder encarnar dos personas tan diferentes. L’Ofrena es un thriller descarnado que ahonda en las emociones y los lugares oscuros que todos tenemos dentro. En A este lado del mundo el personaje se basa más en la razón, en sus ideas, es una buscavidas. No tienen nada que ver y con interpretar a ambas estoy muy feliz
¿Qué hacen una guardia civil y un ingeniero juntos en esta historia?
Nagore es una tía de la calle que está acostumbrada a estar ahí. Le viene el otro personaje que es más paradillo y Nagore le mete mucha caña. Es guapo el contraste. Es una forma de explicar algo mucho más complejo al unirlos a ambos.
¿Cómo se vive hacer esas películas de tanto contacto humano y físico hace unos meses y presentarlas tras la pandemia cuando el contacto está casi prohibido?
Es raro, es extraño. Cuando ahora veo ficción y veo esta proximidad te sale como una alarma. He estado conviviendo con una mujer que trabaja en una serie de TV3 y ahora están sacando besos, abrazos y proximidades. Yo he estado en una serie de netflix y hemos podido mantener las escenas de proximidad. Ahora mucha ficción no va a poder ser así. Así es esta nueva normalidad y lo pongo entre comillas porque me parece absurdo y no quiero llamarla así. Espero que sea la normalidad de tránsito porque me parece la cosa más deshumanizada que existe.
También hace teatro…
Mucho teatro
…Y en el confinamiento participó en el proyecto Poesía de Guardia ¿Cómo fue?
Fue una experiencia maravillosa. Salió porque Andreu Gomila supo que en una compañía de teatro de París los actores hacían poesía de guardia. Había llamadas y ellos iban respondiendo con poemas. Andreu se lo propuso al Festival Grec y lograron el proyecto. Ha sido brutal. Estábamos dos actores por la mañana y dos por la tarde con dos poetas. La persona pedía hora y temática, había gente que ponía a otras personas para que les llamaran para felicitarles. Nosotros llamábamos al móvil, los actores hablábamos con la persona y si se daba el caso, los poetas escogían otros poemas. A La gente que la llamaras y tuvieras un tiempo con ellos les emocionaba muchísimo. Y hubo capítulos muy bonitos, la verdad. Es algo que molaría que se mantuviera.
Anna Alarcón en la rueda de prensa de presentación de ‘A este lado del mundo’ , junto a los actores Zidane Barry, Vito Sanz, y el director David Trueba.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies
ACEPTAR