Sierra Sur EcoFestival, una experiencia alternativa para las nuevas familias
No hay edad para ir de festival. Probablemente, este haya sido el primer festival al que han acudido muchos de los asistentes al Sierra Sur EcoFestival y, seguramente, también haya sido el retorno de muchos progenitores a estas jornadas festivaleras de las que se habían retirado hace tiempo. Sierra Sur vuelve a brillar por cuarto año consecutivo con su formato original, un aforo reducido de 2500 personas y un entorno natural incomparable, donde mayores y pequeños disfrutan bailando al mismo son.
Kayaks, tirolinas, talleres, proyecciones y conciertos hacen de este festival un encuentro en el que no falta un detalle para vivir una experiencia en familia de día y de noche. Tanto la organización de los conciertos, como las actividades lúdicas y las zonas de descanso destacan un año más por su atento cuidado hacia los más pequeños.
Sierra Sur EcoFestival se ha convertido en un referente en la escena de los festivales andaluces y ha cerrado con éxito esta edición de 2019, en la que la organización ha decidido apostar por cantautores con un estilo musical propio y un discurso social comprometido. Una apuesta musical callejera y canalla que fusiona estilos eclécticos con el folclore más profundo.
Una apuesta musical callejera y canalla que fusiona estilos eclécticos con el folclore más profundo
Rozalén, “pa comérsela” a besos
“Tiene tela que una de Albacete venga a Cádiz y se atreva a cantar copla”, pero no solo se lanzó, sino que, además, la bordó. Rozalén estuvo a la altura de ese escenario natural de Zahara de la Sierra al que tantas ganas le tenía desde hace años y no defraudó a los asistentes del viernes por la noche con su discurso comprometido, sensible, cercano, irónico y, por qué no decirlo, con mucho arte. Emocionó contando una historia de su abuelo durante la Guerra Civil y, minutos después, arrancó carcajadas mientras contaba con sarcasmo sus encuentros con Kevin Johansen para grabar el videoclip de Antes de verte. Hizo varias versiones muy folclóricas, algo de Raphael e incluso se atrevió con el clásico de La Llorona, versión que volvió a interpretar De Pedro al día siguiente.
El Sierra Sur EcoFestival se rinde ante el desenfreno de Mala Manera
Desde Tarifa irrumpió Mala Manera en la noche del viernes para conseguir que mayores y niños lo dieran todo durante una hora de jarana, en la que los grandes clásicos como Marco, Viviendo deprisa, Soy rebelde o Como una ola se mezclaron con ska, flamenco y mucho jaleo.
Mucha guasa con La Canalla
Un exquisito elenco de reconocidos músicos que han conseguido revivir coplas, tangos y boleros aderezándolos con un toque de jazz “virgen extra”.
Haciendo un homenaje a Blas Infante, su cantante “El Chipi” bromeaba: “Andaluces levantaos…”, pero no dijo a qué hora para no cogerse los dedos. Y la hora fue el sábado a las 18:00 h, cuando esta formación, que brilla musicalmente como cada uno de sus componentes, consiguió poner a todo el festival de pie, de cuclillas y con los pelos de punta.
Recién aterrizados de Sudamérica se presentó el dúo onubense Antílopez, que repiten por año consecutivo en el Sierra Sur EcoFestival. Este año con una sintonía algo más latina, influenciados por los meses que han pasado en Colombia. ¿Su estilo? Como ellos mismos dicen “indefinible” ¿Etiquetas? “las queremos todas”. Con derroche de ironía, analizan con sus letras la situación política y social actual, a ritmo de tango, pasodoble o lo que se tercie.
Eskorzo, con su último disco Alerta Caníbal, consiguió que cubatas y biberones se agitaran a ritmo de cumbia hasta bien entrada la noche. Tras un breve repaso por sus grandes éxitos, el grupo granadino fue poseído, como viene ocurriendo en sus últimos conciertos, por los ritmos tropicales más bailongos presentes en este último trabajo.
Después de un intenso fin de semana, el área recreativa de Arroyo Molinos, más conocida como La Playita de Zahara de la Sierra, recupera su sosiego habitual hasta que el año que viene vuelva a revivir la magia de esta fusión de naturaleza y música que solo es posible en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, gracias al Sierra Sur EcoFestival.
